Cada 8 de marzo, el mundo conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que trasciende la celebración y se convierte en un recordatorio de los desafíos que aún persisten en la búsqueda de la igualdad. En este contexto, Anaflex, marca de Laboratorios Bagó, ha decidido ir más allá de los discursos convencionales con la campaña “Me siento mejor con un mundo justo y sin miedo”, una iniciativa que busca no solo visibilizar las barreras que enfrentan las mujeres, sino también impulsar un cambio real en la sociedad.
Más que una campaña, un compromiso
La equidad de género es un pilar fundamental para Anaflex, que este año ha puesto el foco en dos realidades alarmantes en Perú: el 73.4% de las mujeres sigue trabajando en la informalidad y una de cada cinco niñas no culmina el colegio. Estos datos, extraídos de fuentes como el INEI (2024) y la ENDES (2018), reflejan una brecha estructural que limita las oportunidades y perpetúa la desigualdad.
Conscientes de ello, la marca ha utilizado sus plataformas de comunicación para compartir recursos educativos gratuitos, promoviendo la educación como una herramienta de transformación. A través de esta estrategia, Anaflex no solo informa, sino que también genera impacto en la vida de niñas y adolescentes, brindándoles herramientas para su desarrollo personal y profesional.

El ADN de la equidad en Laboratorios Bagó
Más allá de una campaña puntual, el compromiso de Laboratorios Bagó con la equidad de género se refleja en su propia estructura corporativa. Con un 80% de mujeres dentro de su equipo de trabajo, la empresa demuestra con hechos su apuesta por un entorno laboral más inclusivo y diverso. En un mundo donde la equidad de género sigue siendo un desafío, Bagó se convierte en un ejemplo de cómo el cambio también debe gestarse desde dentro.
Hacia un futuro sin limitaciones
La visión de Anaflex es clara: un mundo más equitativo es un mundo donde todas las mujeres pueden sentirse mejor, sin miedo ni restricciones. En tiempos donde la lucha por la igualdad sigue siendo urgente, iniciativas como esta reafirman la necesidad de que empresas y marcas asuman un rol activo en la transformación social.
Porque la equidad no es solo una meta, sino un camino que se construye cada día, con acciones concretas y un compromiso genuino. Anaflex ha dado un paso adelante, recordándonos que un mundo sin miedo es posible y que la lucha por la igualdad es una responsabilidad compartida.
Redacción: Anghelo Basauri Escudero