Mientras Lima se tiñe de gris, la Isla Feliz despliega su cielo azul y su hospitalidad cálida. Con vuelos directos desde la capital peruana y una promesa de verano todo el año, Aruba se presenta como el refugio perfecto para quienes buscan reconectar con el bienestar, la naturaleza y la alegría de vivir.
Un verano sin fecha de caducidad
Cuando el cielo limeño anuncia la llegada del invierno, Aruba extiende una invitación irresistible: cuatro horas de vuelo y un cambio de estación inmediato. Ubicada fuera del cinturón de huracanes y con 360 días de sol al año, la Isla Feliz no solo presume de un clima perfecto, sino también de una atmósfera acogedora que convierte cada estadía en un viaje transformador.
Playas premiadas y escenarios de postal
Eagle Beach, recientemente elegida como la mejor playa del Caribe por los Travelers’ Choice Awards 2025, es apenas el inicio. Sus arenas blancas y su mar turquesa marcan el tono de una isla que lo tiene todo. Desde caminatas en el Parque Nacional Arikok —un tesoro natural que ocupa el 25% del territorio— hasta aventuras acuáticas como windsurf, snorkel y paddle board, Aruba es sinónimo de libertad al aire libre.
Bienestar con acento caribeño
El concepto de desconexión adquiere un nuevo significado en Aruba. Aquí, el turismo wellness no es solo una tendencia, sino una experiencia sensorial diseñada para quienes buscan reconectar con su cuerpo, mente y emociones. Clases de yoga frente al mar, masajes bajo el cielo y talleres creativos en medio de jardines tropicales invitan a explorar una versión más pausada y consciente del viaje.

Sabores del mundo en cada plato
Con una población multicultural que domina hasta cuatro idiomas, incluida la lengua española, la hospitalidad arubiana es tan amplia como su oferta culinaria. La gastronomía local fusiona ingredientes frescos del Caribe con influencias internacionales, ofreciendo desde alta cocina hasta experiencias auténticas en pequeños restaurantes familiares.
Una escapada accesible y sostenible
Más allá del lujo y la belleza natural, Aruba también se posiciona como un destino responsable. La promoción de un turismo consciente, que protege sus recursos y empodera a las comunidades locales, es parte de su estrategia para mantenerse como líder en sostenibilidad en el Caribe.
Aruba no es solo un destino, es un estado de ánimo. Para quienes desean evadir el frío y redescubrir el gozo de lo simple, esta isla cercana y vibrante es el punto de partida ideal para vivir una aventura solar, cultural y sensorial.
Para conocer más sobre el destino, te invitamos a visitar:
La página web www.aruba.com
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Instagram y Twitter: @arubabonbini
Redacción: Anghelo Basauri Escudero