Por primera vez, una cervecería peruana se convierte en la más premiada en dos de las competencias más exigentes del mundo, el Barcelona Beer Challenge y el Korea International Beer Awards. ¿Cómo lo logró?
El 11 de abril de 2025 quedó marcado en la historia cervecera peruana. A casi 10,000 kilómetros de distancia entre sí, en Barcelona y Seúl, el nombre de una cervecería peruana sonaba con fuerza: 7 Vidas. En un hecho sin precedentes, la marca nacional se alzó como la cervecería más galardonada tanto del Barcelona Beer Challenge como del Korea International Beer Awards, dos de los certámenes más competitivos del mundo en el rubro de la cerveza artesanal.
Una jornada, dos continentes, un solo nombre
En el Barcelona Beer Festival, celebrado en la emblemática Fira de Montjuïc, 7 Vidas fue la gran protagonista entre más de 170 cervecerías de 16 países. Su propuesta arriesgada y diversa —que abarca desde stouts hasta wild ales con pepino— convenció al jurado internacional en una cata a ciegas que definió a los mejores del año.
Con seis medallas en total, incluyendo el máximo galardón como Mejor Cervecería de la Competencia, 7 Vidas se impuso en la décima edición del Barcelona Beer Challenge, consolidando su reputación como embajadora de una cerveza artesanal que no teme experimentar.
Pero la historia no terminó ahí. Casi en simultáneo, en la capital surcoreana, el nombre de 7 Vidas volvía a figurar en lo más alto del podio. En el marco del Korea International Beer Expo (KIBEX) y la competencia KIBA 2025, la marca peruana repitió la hazaña: se convirtió en la cervecería más premiada del certamen, esta vez entre 103 cervecerías de 21 países. Siete medallas la avalaron.
De Barranco al mundo
La hazaña no es fruto del azar. Desde su fundación, 7 Vidas ha mantenido una filosofía que combina experimentación, respeto por los procesos y una apuesta decidida por la calidad. En sus cervezas conviven ingredientes locales con técnicas europeas, creatividad con rigor. Su maestro cervecero y CEO, Marco Málaga, lo resume con claridad:
“Hace unos meses tomamos la decisión de participar en las 7 competencias de cerveza más importantes del mundo fuera de Latinoamérica: 3 en Europa, 2 en Asia y 3 en los EE. UU. Haber ganado las dos primeras competencias del año, el mismo día, en Europa y Asia, es realmente histórico y es una demostración de lo que estamos haciendo en 7 VIDAS”.
Las cifras respaldan su entusiasmo: en total, la marca ganó 7 medallas internacionales en menos de 24 horas. Entre ellas, destacan las tres preseas doradas obtenidas por su Beertrekker Willakuq Pepino, su Fleur de Prairie y su Russian Imperial Stout 2024, esta última reconocida en ambos certámenes.
Cerveza como cultura y territorio
Más allá de los trofeos, lo que 7 Vidas pone en evidencia es que la cerveza artesanal peruana ya no es una promesa, sino una realidad con estándares de clase mundial. En una industria dominada por gigantes europeos y asiáticos, lo conseguido en Barcelona y Seúl redefine el mapa de la cerveza independiente.
Y no es casualidad. Las propuestas premiadas no solo destacan por su calidad técnica, sino por su identidad.” No son meras imitaciones de estilos europeos, sino adaptaciones con sello peruano, muchas veces con ingredientes autóctonos o perfiles aromáticos que remiten a nuestra geografía y herencia.
Lo que viene
Con su mirada puesta ahora en Estados Unidos y otras competencias clave del calendario internacional, 7 Vidas se prepara para cerrar un año que podría consolidar su posición como referente global. Pero más allá de los rankings, su mayor victoria tal vez sea otra: demostrar que, desde el sur del mundo, se puede hacer cerveza artesanal con ambición, carácter e identidad.
Redacción: Romina Polti Pimentel
