Un rincón gastronómico que rinde homenaje al mar peruano con creatividad, técnica y un respeto absoluto por los insumos.
Un sueño que nació en el mar
Cuando Jhair Suárez y Harrys Zapata se conocieron hace ocho años, no imaginaron que un día compartirían no solo una amistad, sino también una visión gastronómica. Inspirados por su amor por el océano y la cocina marina, dieron vida a La Pezcadería, un restaurante que en menos de un año ha conquistado a los paladares limeños. Situado en el distrito de San Isidro, este espacio ha logrado posicionarse como un referente culinario gracias a su propuesta innovadora y al respeto por los productos marinos.
La historia de este restaurante comienza con un sueño de Harrys en Miami, donde trabajó como cocinero mientras estudiaba. Allí, descubrió su verdadera pasión y decidió que, al regresar a Perú, abriría un restaurante marino con una propuesta diferente. Al reencontrarse con Jhair, quien en ese momento trabajaba en otro restaurante, compartió su visión y juntos empezaron a construir lo que hoy es este espacio gastronómico.

El arte de celebrar el mar
Desde el inicio, se propuso ofrecer más que platos excepcionales: su objetivo era construir una experiencia. «Queríamos que cada plato no solo deleitara el paladar, sino que evocara recuerdos y emociones«, comenta Suárez. Con una carta cuidadosamente diseñada, este establecimiento busca rendir tributo a la tradición culinaria peruana sin perder de vista la innovación.
Ambos socios han tenido una conexión con el mar desde su infancia. «Yo crecí cerca del mar y siempre tuve una conexión con él, igual que Harrys«. De ahí nació la idea de crear una barra marina que no solo sirviera platos tradicionales, sino que también experimentara con nuevas combinaciones y sabores. Pero más allá de la creatividad, había un compromiso claro: respetar el insumo, respetar la veda y garantizar la trazabilidad de cada pescado y marisco utilizado en su cocina.

Un menú con identidad propia
La carta de combina clásicos de la cocina marina con creaciones únicas que llevan la firma de sus fundadores. Entre los platos más aclamados destaca el ceviche mixto ahumado, donde el ají amarillo se cocina hasta adquirir un sutil sabor a brasas, aportando un giro inesperado a la receta tradicional. También sobresale el ceviche de pulpo al olivo, que rompe esquemas con una leche de tigre morada, un concepto poco convencional que ha conquistado a los comensales.
Otro imperdible es el tacu tacu de mariscos, una propuesta que optimiza tiempos de preparación sin comprometer la calidad: «Lo congelamos y freímos en su totalidad, logrando una textura perfecta«, explica Suárez. Estos detalles marcan la diferencia y refuerzan la identidad del restaurante.
El pan con pejerrey es otro de los favoritos del público. «Es un homenaje a la tradición limeña, pero con nuestro propio toque: utilizamos pan de masa madre con fermentación de 20 horas, que aporta una acidez sutil que complementa a la perfección el pescado«. Además, la causa rellena de langostinos y bañada en una salsa especial, se ha convertido en un ícono del menú.

Proveedores sostenibles y mariscos salvajes
Uno de los ingredientes más apreciados en la cocina del restaurante son los langostinos salvajes, obtenidos a través de una pesca sostenible en el norte del país. «El sabor es incomparable con el de los langostinos de criadero«. Esta búsqueda constante por lo mejor que ofrece el mar es lo que diferencia a La Pezcadería de otros establecimientos.
Para asegurar la frescura, trabajan con pescadores que garantizan la trazabilidad de los productos. «Cada día recibimos lo que el mar nos provee y, en función de eso, diseñamos nuestras propuestas«. Este enfoque permite que cada visita al restaurante sea una experiencia distinta y única.

El secreto detrás del éxito
Muchos restaurantes inician con gran entusiasmo, pero mantener la calidad y la consistencia a lo largo del tiempo es el verdadero desafío. Para Suárez, la clave radica en la pasión por el detalle: «No se trata solo de obsesionarse con el proceso, sino de perfeccionar cada ingrediente y cada técnica hasta alcanzar el equilibrio perfecto«.
El equipo de cocina, liderado por Rafael Delgado, juega un papel crucial en esta filosofía. Con una vasta trayectoria en la alta cocina, Delgado ha sabido imprimir su experiencia en cada plato, asegurando que la calidad no decaiga. «La meta es que cada cliente viva una experiencia gastronómica memorable«, enfatiza Suárez.

El reto de la permanencia
Abrir un restaurante es difícil, pero mantenerlo en el tiempo es un desafío aún mayor. En menos de un año, La Pezcadería ha logrado lo que muchos tardan años en alcanzar: una comunidad de clientes fieles y reconocimiento en el sector gastronómico. Sin embargo, sus fundadores no se conforman. «El reto es la consistencia: mantener la calidad del producto y la experiencia en cada plato que servimos«.
El boca a boca ha sido fundamental en el crecimiento del restaurante. «No hicimos publicidad masiva, la gente vino, probó y nos recomendó«, destaca. Esta autenticidad ha generado que chefs, críticos gastronómicos y amantes de la comida marina visiten el local y compartan su experiencia.

El futuro de La Pezcadería
Con el éxito alcanzado, la posibilidad de expandirse es una pregunta recurrente. «Nos interesa crecer, pero sin perder la esencia. No queremos sacrificar calidad por cantidad«. Por ahora, la meta es afianzar su posición en el mercado y continuar ofreciendo una experiencia única a cada visitante.
Suárez y Zapata consideran la expansión, pero con mucha cautela. «Queremos que cada local que abramos tenga la misma calidad y esencia que el primero«. Saben que mantener la calidad es complicado, pero su compromiso con la excelencia les da la confianza de que es posible.

Más que un restaurante, una experiencia
Para Jhair Suárez, La Pezcadería es más que un negocio: es un proyecto que celebra la riqueza del mar peruano y el talento detrás de cada plato. «Aquí no solo cocinamos, sino que contamos historias a través del sabor«, concluye.
En un país donde la cocina es parte del ADN cultural, este rincón marino se posiciona como un referente que exalta lo mejor del mar con creatividad, respeto y pasión. Un destino obligatorio para quienes buscan una experiencia gastronómica sin igual.
Si aún no la has visitado, te estás perdiendo un viaje de sabores inolvidables. ¡Anímate y descubre por qué este rincón marino se ha convertido en el favorito de muchos!
Redacción: Anghelo Basauri Escudero