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Fresco Open Kitchen: El descubrimiento marino de Paracas

Daniel Díaz ha levantado una propuesta culinaria que habla el idioma de sus orígenes. Desde El Chaco, en la bahía de Paracas, este cocinero con alma de artesano convierte lo cotidiano en extraordinario.  Hijo de pescador y Heredero de una tradición viva, transforma los frutos del mar en una experiencia que mezcla técnica, emoción y territorio. Con visión contemporánea y fidelidad absoluta al entorno, redefine lo que significa comer junto al mar.

Raíces que nutren una visión auténtica
Criado en San Andrés, un enclave pesquero por excelencia, este chef construyó su identidad entre redes, motores y madrugadas frías. Hoy, esa misma herencia se traduce en una propuesta que honra el origen de cada ingrediente. A través de su padre, quien continúa faenando en la bahía, recibe insumos marinos seleccionados con esmero.

Con ese insumo noble, aplica técnicas adquiridas en escuelas gastronómicas y perfeccionadas en cocinas de renombre, siempre priorizando el respeto por las vedas, la temporalidad y la trazabilidad. No es solo cocina, es un acto de compromiso con su tierra.

Sabores del litoral con mirada contemporánea
La propuesta no busca reproducir lo tradicional, sino reinterpretarlo desde un enfoque más actual. Los platos parten de lo esencial —la pureza del insumo marino— y evolucionan mediante procesos que no opacan su identidad. Cada creación está pensada para despertar los sentidos: texturas contrastantes, puntos de cocción precisos y armonías de sabor que sorprenden.

La barra líquida acompaña esta narrativa, con preparaciones diseñadas para resaltar los matices de cada platillo. Una experiencia sensorial completa, sin excesos, donde la técnica y la intuición conviven.

Dulzura con carácter propio
En un territorio donde las propuestas pasteleras suelen ser limitadas, la sección dulce de este restaurante se impone con personalidad. Inspirada en el entorno inmediato, recurre a insumos como algarrobo, guayaba, pecanas, uva borgoña y lúcuma para crear piezas únicas.

También Elaboran gelato artesanal y sorbetti con identidad local, como el de uva borgoña y Pisco que incorpora destilados de autor. Una de las creaciones más celebradas es el postre en vivo: una construcción servida directamente en la mesa, con cremas, bizcochos, contrastes de temperatura y una nube perfumada de pisco que envuelve la escena.

Formación, disciplina y sensibilidad
El artífice culinario comenzó en el mundo dulce con sus estudios en D’Gallia, donde adquirió los fundamentos técnicos que luego fortaleció en diversas prácticas profesionales. Pasó por reconocidas heladerías artesanales como BLU: il gelato del barrio, además de trabajar con James Berckemeyer reconocido chef, donde comenzó a consolidar su identidad creativa.

Más adelante asumió el rol de encargado de pastelería en el Hotel Luxury Collection Resort de Paracas. Su crecimiento profesional se vio influenciado por mentores, libros especializados y un proceso constante de exploración. Esta dedicación lo llevó a participar en un concurso en el que fue galardonado como el mejor pastelero del año en Perú.

Una evolución constante
El proyecto se encuentra en plena renovación. Se trabaja en una nueva propuesta de degustación de diez tiempos, con productos del mar como hilo conductor y maridaje de piscos de autor y destilados de la zona. Esta experiencia buscará resaltar la diversidad del ecosistema marino local, articulada desde el respeto y la precisión.

En paralelo, se está desarrollando una nueva línea de postres, pensada para seguir sorprendiendo. Las nuevas creaciones explorarán ingredientes del interior del país, sin perder la conexión con el litoral.

Paracas como escenario y reto
En un destino donde la estacionalidad marca el ritmo del turismo, el desafío es mantenerse vigente sin sacrificar autenticidad. La misión de Fresco es ofrecer una propuesta que combine técnica impecable, insumos excepcionales y un relato que conecte con quienes buscan algo más que una comida.

El objetivo va más allá del reconocimiento local. Se trata de consolidar un espacio de referencia para visitantes nacionales y extranjeros que aprecian el valor de lo bien hecho.

Una invitación con sabor a mar
Quienes lleguen a este rincón del sur peruano encontrarán una experiencia diferente: cocina expuesta, atención personalizada, una atmósfera íntima y una carta pensada para emocionar. Un recorrido gastronómico que no solo se disfruta con el paladar, sino que se graba en la memoria.

Redacción: Romina Polti Pimentel