Detrás de cada creación de Artia hay una intención estética que no compite con el sabor, lo complementa. Conversamos con su equipo sobre su visión de la pastelería como un lenguaje emocional, en equilibrio entre lo artesanal, lo contemporáneo y lo profundamente personal.
Más que postres: piezas comestibles que cuentan historias
En un mercado dominado por lo visual y la inmediatez, Artia Pastelería propone algo diferente: una experiencia que empieza con la vista, pero termina de convencer con el primer bocado. Su propuesta fusiona lo escultórico con lo sensorial, sin que lo uno eclipse a lo otro. “Queremos que cada postre te atraiga desde el primer vistazo, pero que te sorprenda aún más cuando lo pruebes”, nos cuentan. El arte no es un adorno: es una extensión del sabor.
Esta filosofía los ha convertido en una referencia de la pastelería en Ica, donde lo estético es solo el primer capítulo de una narrativa más profunda.
Una evolución con raíz casera
Lo contemporáneo no es una ruptura, sino una evolución. Nacida en un entorno familiar, con recetas caseras y momentos compartidos, la marca se ha desarrollado sin perder de vista sus orígenes. “Mantenemos sabores y técnicas que nos conectan con nuestros inicios, pero también incorporamos nuevas tendencias”, explican.
El resultado: tortas personalizadas que logran ser tan memorables por fuera como por dentro, piezas que dialogan con emociones, celebraciones e identidades. “Cada detalle responde a una intención”, subrayan, y eso se percibe en la coherencia entre forma, concepto y ejecución.

La temporalidad como inspiración creativa
Otro de los ejes creativos es el momento presente. Las estaciones, las emociones del equipo, las fechas especiales e incluso las redes sociales alimentan la imaginación de su propuesta. “Nos dejamos llevar por lo que sentimos en ese momento”, cuentan, y eso se traduce en postres con alma, diseñados para conectar.
En sus colecciones estacionales se ve este enfoque: desde ingredientes locales en su punto óptimo, hasta guiños culturales y referencias visuales que capturan el espíritu del tiempo.
Una firma propia, reconocible al primer vistazo (y al primer bocado)
En un rubro tan competitivo como la pastelería de autor, Artia se distingue por no forzar una estética de moda, sino por sostener una coherencia interna que conecta con el público desde la autenticidad. “Lo que nos mantiene firmes es ser fieles a nuestra esencia: lo hecho con calma, con historia y con un compromiso por hacer las cosas bien”, afirman.

Esa fidelidad a su ADN —hecho de tradición, detalle y cariño— es lo que hace que sean reconocible sin necesidad de firma. Basta una imagen, un sabor o una historia para saber que estamos ante una de sus creaciones. Porque lo que hacen no es solo pastelería: es una forma de contar quiénes son y de invitar a los demás a celebrar la vida en cada pequeño instante.
Actualmente, cuentan con dos espacios donde puedes disfrutar de todo lo que hacen en Artia:
📍 Nueva cafetería y pastelería: Av. Conde de Nieva 1105, esquina con Abraham Valdelomar.
Donde encontrarás opciones de sándwiches, cafés, jugos, tortas, dulces y más para disfrutar en cualquier momento del día.
📍Tienda y pastelería: Av. Cutervo 300, San Isidro, Ica.
En la ya conocida tienda de San Isidro, Ica, encontrarás variedad de tortas clásicas, temáticas, panadería artesanal, dulces y más para tu celebración o simplemente para darte un gusto cuando quieras algo rico y especial.
https://www.artiapasteleria.com/
Redacción: Anghelo Basauri Escudero