En el corazón de la capital colombiana, el restaurante Oficial se ha consolidado como un escenario donde la innovación culinaria se encuentra con la tradición. Con platos que rinden homenaje a los sabores del Pacífico y reinterpretan clásicos con precisión técnica, este espacio redefine la experiencia gastronómica en Bogotá.

Un viaje de sabores que despierta sentidos

Oficial no es un restaurante más en Bogotá. Es un lugar donde la cocina se convierte en relato, donde cada plato funciona como capítulo de una historia que combina raíces, mestizaje y técnica. Desde la primera entrada, la hamburguesa de langostinos, sorprende por la maestría en el equilibrio de texturas: mariscos asados de suavidad casi etérea, mayonesa picante que despierta el paladar y los crujientes aros de cebolla tempura que aportan ritmo a cada bocado.

El ceviche como bandera de identidad

El ceviche oficial se erige como un manifiesto de la casa: un clásico peruano reinterpretado con respeto y audacia. Trozos frescos de pescado descansan en una leche de tigre de rocoto que equilibra acidez y picante con exactitud quirúrgica. La palta, en su cremosidad, suaviza el conjunto y aporta un contrapunto que vuelve al plato casi adictivo.

Italia y el Pacífico en la misma mesa

El fettuccine ultramarino es quizás el mejor ejemplo del carácter innovador de Oficial. Una danza entre culturas, donde langostinos asados y jaiba se funden con una salsa pomodoro que, lejos de eclipsar, potencia la frescura marina. Es un puente gastronómico entre Italia y el océano, que sorprende por su armonía y su capacidad de trascender fronteras.

La pesca que respira fuego y mar

La pesca del día rostizada es la demostración del dominio técnico de la cocina. El dorado exterior del filete contrasta con un interior jugoso y delicado. El arroz, perfumado con jugo de langostinos, acompaña sin invadir, elevando el protagonismo del pescado. Aquí, el fuego y el mar dialogan en perfecto equilibrio.

Un dulce epílogo para recordar

En el desenlace, la torta amelcochada de chocolate se convierte en un acto de indulgencia. Capas húmedas de bizcocho se entrelazan con generosas porciones de dulce de leche, ofreciendo un juego entre la intensidad del cacao y la suavidad aterciopelada del relleno. Un final que invita al recuerdo y al deseo de repetir la experiencia.

Cócteles que cuentan historias

La barra de Oficial no es un simple complemento: es un universo propio. El pisco punch, con sus notas frutales y herbales, y el maracuyá sour, fresco y equilibrado, aportan una dimensión sensorial que redondea la experiencia. Son bebidas que no solo acompañan, sino que elevan el viaje culinario.

Un espacio vibrante en la capital

Más allá de la mesa, Oficial conquista por su ambiente enérgico y un servicio atento que entiende la importancia del detalle. Cada rincón del lugar está pensado para prolongar la experiencia, para que los sabores no se queden en el paladar, sino que se transformen en memoria compartida.

En un panorama culinario cada vez más competitivo, Oficial se posiciona como una de las propuestas más interesantes de Bogotá, un espacio que combina técnica, creatividad y pasión. Para quienes buscan algo más que una cena, este restaurante es una invitación a vivir la gastronomía como experiencia total.