En una Lima cada vez más exigente, donde la estética se entrelaza con el bienestar y la autenticidad, este studio se ha consolidado como mucho más que un salón de belleza: es una experiencia sensorial que conecta con la esencia femenina.

Fundado en 2015 por Diana Chávez Fattucht, una emprendedora que fusionó su experiencia en aviación y marketing con una pasión genuina por el mundo de la belleza, este espacio nació con una visión clara: ofrecer una experiencia transformadora y personalizada para cada mujer que cruza su puerta.

Personalización con propósito

Cada tratamiento capilar inicia con una evaluación profunda del cuero cabelludo y del estado del cabello. Este enfoque permite diseñar soluciones idóneas no solo según la textura o condición, sino también de acuerdo con el estilo de vida y las expectativas de cada clienta.

“Nosotras no vendemos servicios. Ofrecemos una experiencia. Cada detalle está pensado para que nuestras clientas se sientan escuchadas, cuidadas y empoderadas”, explica Diana.

Belleza vegana, salud capilar

Tras la pandemia, el equipo decidió especializarse en tratamientos orgánicos, veganos y libres de formol, apostando por marcas brasileñas como This Is, con quien mantiene alianzas exclusivas que les permite acceder a lo último en innovación capilar y capacitación técnica.

El resultado: una propuesta respetuosa con la salud, alineada con las tendencias globales, pero siempre adaptada a las necesidades del mercado peruano.

Un espacio diseñado para reconectar

El entorno estético es parte esencial de la experiencia. La paleta de colores, especialmente el fucsia vibrante, está cuidadosamente elegida para evocar la alegría de la niñez.

“Hacemos que las clientas se sientan como en su momento de princesa pero siendo una mujer adulta”, comenta la fundadora. Muchas mujeres incluso acuden con sus hijas, creando un lazo generacional en torno al cuidado personal y al amor propio.

Un servicio que fideliza con el corazón

Lo que distingue verdaderamente esta propuesta es su modelo de atención personalizada. Cada clienta es atendida por un estilista exclusivo, sin apuros ni interrupciones, permitiéndole disfrutar del proceso al ritmo de una serie o simplemente relajarse.

“No vienes solo a hacerte el cabello. Vienes a desconectarte, a cuidarte, a pasar un buen momento contigo misma”, señala Diana. Esta filosofía ha construido una comunidad leal que no busca solo resultados estéticos, sino una conexión emocional auténtica.

Visión de futuro: compartir conocimiento y expandir la experiencia

El próximo gran paso ya está en marcha. Actualmente son distribuidoras oficiales de This Is, lo que les permite capacitar a otros estilistas en todo el país y fomentar una transformación positiva en el rubro de la belleza.

“Buscamos ser una de las peluquerías más reconocidas por los tratamientos integrales que ofrecemos, tratamientos que sean cero invasivos, que te lleven a tener un cabello bonito pero a la vez cuidado”, afirma su fundadora.

Una invitación a vivir la transformación

Con una visión clara, productos de altísima calidad y un equipo que prioriza la conexión humana, esta propuesta se posiciona como un referente para quienes buscan algo más que un servicio de belleza: un espacio donde verse bien es solo el inicio de sentirse mejor.

Redacción: Romina Polti Pimentel