En un mercado saturado de estética estandarizada, House of C se erige como un refugio de belleza personalizada y cuidado consciente. Este espacio busca resaltar la identidad de cada cliente, promoviendo la naturalidad y la confianza en uno mismo.En una entrevista exclusiva para Signature, su fundadora, Carolina Bezerra, nos comparte los detalles que caracterizan a la marca y el diferencial que la hace única en el rubro.

«Siempre he creído que si todos van por un lado, yo quiero ir por el otro», afirma. Su experiencia en Brasil le permitió notar que el respeto por la forma natural de las cejas era un valor diferencial. Con esa visión, trajo a Perú un concepto donde la autoestima y la autenticidad priman sobre los estándares artificiales. «No quiero cambiar a nadie, sino mejorar lo que a esa persona le gustaría mejorar», enfatiza.
Un servicio a medida
Lo que distingue a House of C no es solo su enfoque natural, sino también su exclusividad y atención personalizada. «No quiero crecer en cantidad, sino en calidad», explica la experta en belleza, quien mantiene un vínculo cercano con sus clientas para entender sus necesidades y brindar soluciones únicas. En un sector donde las tendencias cambian constantemente, su estrategia se centra en escuchar y responder a las inquietudes de sus clientas en lugar de seguir modas pasajeras.
Transparencia y seguridad ante las tendencias
En una era dominada por redes sociales y procedimientos poco regulados, el centro de estética apuesta por la información como herramienta de empoderamiento. «Mis clientas investigan, se preocupan por lo que usan y por eso ofrecemos consultas personalizadas, algo que ningún otro sitio de cejas brinda», comenta su creadora. Este enfoque permite que cada persona tome decisiones informadas sobre su cuidado estético.

Productos de alta calidad y formación especializada
A diferencia de muchos negocios que priorizan el volumen de atención, en este espacio cada producto pasa por un riguroso proceso de selección. «No podemos aplicar cualquier cosa en los ojos de nuestras clientas», subraya la especialista, quien se formó en una universidad en Brasil, donde estudió química y anatomía de los ojos. «Usamos productos importados de España y Asia, asegurando calidad y seguridad en cada tratamiento», agrega.
Un espacio de desconexión y bienestar
Más allá de la belleza, House of C busca que cada visita se convierta en una experiencia. «Hoy en día, todos están pendientes del teléfono, del trabajo. Queremos que cuando entren aquí, sientan que pueden respirar, desconectarse y salir sintiéndose hermosas», expresa.



El futuro de House of C
Con una visión de crecimiento estructurado, el proyecto tiene planes en marcha, aunque sin perder su esencia. «No quiero millones de locales porque perdería la personalización y cercanía con mis clientas», asegura su fundadora. Su objetivo es seguir innovando en procedimientos y optimizar la estructura del negocio para ofrecer el mejor servicio posible.
House of C no es solo un espacio de belleza, sino una filosofía que redefine la forma en que las mujeres se relacionan con su imagen. Un recordatorio de que la verdadera belleza reside en la autenticidad y el respeto por uno mismo.
Redacción: Alexandra Jave Calderón