En Surco, entre luces cálidas y aromas que anticipan historias, Ozu despliega una nueva carta que es un mapa sensorial de Asia reinterpretado desde el Perú. Bajo la asesoría de la chef Carolina Uechi, el restaurante propone una travesía culinaria que recorre Japón, India, China y Tailandia, conjugando técnica, memoria y creatividad en cada plato. La cocina se vuelve narrativa, y cada sabor, una coordenada que invita a descubrir mundos y recuerdos encapsulados en texturas y aromas.

Un recorrido que seduce el paladar

Las entradas son la primera estación de este viaje: el Bao de Panceta Oriental y el Ceviche Nikkei con pesca del día, salsa ponzu y camote grillado, revelan la meticulosidad de la técnica y la audacia de la fusión. Los Spring Rolls crujientes y la sutileza de los matices cítricos y herbales abren la puerta a fondos que combinan elegancia y robustez: el Tataki de salmón en costra de ajonjolí y la Panceta Nikkei cocida a baja temperatura, acompañados de puré de papas al wasabi y quinoto cremoso, muestran un diálogo constante entre tradición asiática y sensibilidad peruana.

Parrillas que reinventan la experiencia

La novedad más contundente son las parrillas al estilo oriental, concebidas para compartir. La Parrilla Ozu, con picanha Angus Pride, lomo fino, chorizo y brochetas de pollo teriyaki, acompañada de papas fritas y ensalada oriental, encarna la intención de Carolina Uechi de fusionar técnicas de brasas con sabores del continente asiático, creando una propuesta que dialoga entre intensidad y sofisticación, ideal para momentos colectivos donde la comida se convierte en ritual.

Clásicos que trascienden el tiempo

Aunque la carta se renueva, Ozu mantiene sus esenciales: la Sopa Thai en curry verde, rojo o golden; los wantanes al vapor con salsa de curry rojo; y los makis clásicos y especiales, que actúan como anclas de identidad, recordando a los comensales la coherencia de la propuesta. Cada plato es testimonio de un equilibrio entre innovación y legado, entre exploración y fidelidad al espíritu de la cocina asiática.

En Ozu, cada bocado es un puente: conecta culturas, recuerdos y saberes, y evidencia que la gastronomía puede ser narrativa. La mirada de Carolina Uechi transforma la carta en un viaje donde Asia y Perú se entrelazan, y donde el sabor se convierte en memoria y descubrimiento, dejando al comensal no solo saciado, sino también inspirado.

Escribe: Nataly Vásquez