Lima vuelve a vestirse de copa en alto. El Country Club Lima Hotel será escenario, este 17 de octubre, de una ceremonia enológica que más que un evento es un ritual: 27 viñas de siete países, 15 maridajes pensados como partitura sensorial y un puñado de voces que encarnan lo mejor de la somelería sudamericana. A las 6:30 de la tarde, cuando la ciudad aún late entre la prisa y el sosiego, se abrirán las puertas de una experiencia que ha trascendido el calendario para convertirse en cita de culto.

Una cita con la diversidad del vino
La edición 2025 del Premium Tasting Lima llega tras el éxito resonante en Argentina, Chile, Brasil y Perú el año pasado. Pero Lima, con su aire de capital cosmopolita y epicentro gastronómico, se prepara ahora para un capítulo que promete ser aún más memorable.
“Como cada año, Lima se convertirá en la cuna de degustación de los vinos sudamericanos”, afirma Nicolás Alemán, CEO de Premium Tasting, antes de revelar la novedad de esta entrega: la participación de dos grandes representantes de Rías Baixas y Rioja desde España.


Voces que guían el camino
El hilo conductor de esta edición estará en manos de tres nombres propios: Aldo Graziani, referente argentino; Flor Rey, head sommelier de Maido; y Joseph Ruiz Costa, sommelier peruano que vive este encuentro de manera especial.
“¡Un año más de la Premium Tasting! Muy emocionado por este año no solo por la buena variedad de vinos… sino también por estar ya no en el público, sino al frente, acompañando este evento con tantos colegas y amigos del vino”, confiesa Ruiz, en un gesto que traduce la intimidad de una pasión hecha oficio.
Para Flor Rey, el secreto está en lo invisible: “Tener la oportunidad de escuchar a los hacedores y que ellos compartan las historias detrás del vino… quienes asistan podrán probar gran variedad de vinos de alta gama y disfrutar de esta selección tan maravillosa.”

El arte de maridar memorias
El chef Danny Rojas, del Grupo Hotelero, será el encargado de diseñar el diálogo entre copa y plato. Cada bocado, concebido como eco de las 27 etiquetas, busca prolongar en el paladar lo que la uva insinúa en silencio. Un ejercicio que va más allá de la gastronomía: es la creación de una experiencia eno-gastronómica total.



Los nombres detrás de las etiquetas
De Catena Zapata a Tacama, de Bouza a Granbazán, pasando por 27 casas vitivinícolas de Argentina, Chile, Brasil, Perú, Uruguay, Bolivia y España, la lista de participantes es, en sí misma, un mapa sensorial del continente. Cada winemaker presentará personalmente su vino, acercando al público no solo a la botella, sino a la historia que late detrás de cada viñedo.
La velada no será únicamente una cata a ciegas. Será un recorrido íntimo por geografías, memorias y tradiciones condensadas en cristal. Una cita con el vino como lenguaje universal, con la autenticidad como pasaporte y el placer como destino.
Escribe: Nataly Vásquez