La leña de olivo crepita en silencio, impregnando el aire con un aroma cálido y envolvente. En el corazón de Come Vaca Casa de Carnes, la noche se abre como un rito: un cordero de Candarave, traído desde las alturas de Tacna, se encuentra con vinos que guardan un siglo de memoria. El encuentro entre una bodega centenaria y un restaurante que apenas cumple nueve meses trasciende el hecho gastronómico para convertirse en símbolo: la unión entre tradición y futuro.

Donde la carne y el vino dialogan
La cena-maridaje marca el inicio de la alianza con Bodega Cuneo, la más antigua de Tacna, que este año celebra cien años de trayectoria en la producción de vinos y piscos. El menú fue concebido como una secuencia de contrastes y armonías: empanadas de cordero, langostinos que se entrelazaron con blancos y rosados, cortes de vacío a la estaca cocidos lentamente en leña de olivo, y un postre de chocolate realzado con pisco. Cada plato se enlazó con etiquetas emblemáticas de la bodega, desde el Cristina blanco de moscatel hasta el Blend 1929, una de sus joyas más celebradas.
Come Vaca se define no solo como una parrilla, sino como una auténtica casa de carnes, donde conviven cordero, pato, res y cochinillo, siempre preparados al fuego de maderas nobles como olivo o algarrobo. La propuesta no se limita a la calidad del insumo, sino que busca proyectar una experiencia sensorial que rinde homenaje a la carne en todas sus formas.


El secreto está en la leña
La elección de la leña es parte esencial de la filosofía de la casa. El olivo, por ejemplo, aporta un ahumado sutil que realza el sabor natural de la carne sin invadirlo, generando una textura aromática más delicada que la que puede ofrecer el carbón. Este detalle técnico se convierte en gesto estético: un recordatorio de que cada decisión en la cocina es también una declaración de principios.

Un mercado abierto, una mesa más amplia
La visión de Come Vaca también apunta a democratizar el acceso a la carne de calidad. Importa cortes de origen americano y argentino, manteniendo estándares de excelencia, pero con precios que hacen posible que un público más amplio incorpore la experiencia en su vida cotidiana. Bajo esa premisa, el proyecto se expande en dos formatos: Casa de Carnes, con una propuesta integral, y Parrilla de Mercado, donde se ofrecen cortes más pequeños y opciones casuales dentro de mercados gastronómicos como Monterrico y, próximamente, Casuarinas. A ello se suma la apertura de un segundo restaurante en Surco, consolidando la expansión.


El tiempo, el vino y la carne
Cuando el fuego sigue ardiendo y las copas se alzan, la alianza entre Bodega Cuneo y Come Vaca se revela como algo más que un acuerdo comercial. Es un gesto que celebra la fuerza de la tradición y la vitalidad de la innovación, una invitación a entender la gastronomía no solo como consumo, sino como espacio de cultura y memoria compartida.
La carne se sirve, el vino se descorcha y la noche queda grabada como testimonio de que el sabor —como la historia— cobra sentido pleno únicamente cuando se comparte.
Fotos y escribe: Nasim Mubarak