En Barranco, allí donde la memoria convive con el arte, una tienda abre sus puertas para recordarnos que la moda puede ser más que apariencia: puede ser propósito, comunidad y sanación. Ese es el nuevo ciclo de Estrafalario, la firma peruana fundada por Valery Zevallos, que reaparece con un espacio que cose historias en cada prenda y reafirma su misión de regenerar personas, culturas y ecosistemas.

Un espacio que siembra futuro
El 19 de agosto marcó un hito para la marca: no solo la apertura de una tienda, sino la consolidación de una visión que abraza lo artesanal como acto político y lo textil como herramienta de cambio. La reapertura en Barranco se convirtió en una cosecha emocional tras una etapa de transformación, en la que Estrafalario volvió a mirar hacia dentro para reencontrarse con su raíz.
Desde 2016, el proyecto de Zevallos ha trascendido el gesto creativo para convertirse en una red que empodera a más de 170 mujeres en contextos vulnerables: internas de penales, madres adolescentes, migrantes y artesanas de la costa y la selva. La marca entiende la moda no como asistencialismo, sino como una práctica transformadora que une circularidad, autonomía y tejido comunitario.

Colecciones que cuentan historias
La reapertura fue también escenario para el estreno de dos colecciones que condensan la esencia de la marca. Spring Summer 2025 presentó doce looks en algodón pima con bordados a mano que evocan la travesía de los migrantes y el poder de las raíces como motor de futuro. Mientras tanto, Fall Winter 2025 se inspiró en los petroglifos de Toro Muerto, explorando la dualidad entre luz y sombra, lo sagrado y lo terrenal, desde una mirada textil contemporánea.
Cada pieza nace de merma textil y se transforma a través de técnicas ancestrales y manos que han atravesado procesos de sanación. Blusas bordadas, vestidos únicos, blazers pintados a mano y prendas audaces componen un inventario que no solo viste, sino que provoca conversación y genera memoria emocional.

Un mapa que trasciende fronteras
El nuevo espacio en Barranco no es un punto aislado, sino parte de una cartografía en expansión. A sus vitrinas en Japón, Líbano y Suiza, Estrafalario suma ahora su ingreso a The Doors en Nueva York y a PromPerú Milán, donde presentará una colección co-creada con la comunidad nativa Ese’Eja de Madre de Dios.
Los reconocimientos tampoco se han hecho esperar. La marca ha sido distinguida por IPAE como una de las “Empresas que Transforman”, por USAID como “Young Leader of the Americas 2025”, y por Forbes Perú, que incluyó a Valery Zevallos entre las 50 mujeres más poderosas del país. A ello se suma la nominación a “Social Project of the Year” en los Latin American Fashion Awards, así como el impulso de ProInnovate para implementar un sistema pionero de trazabilidad textil en penales de mujeres.
Estrafalario no regresa con ruido, sino con raíces profundas. Su tienda en Barranco es un recordatorio de que la moda puede ser un lenguaje de resiliencia y un acto de revolución silenciosa. En cada costura se escucha una historia de transformación; en cada prenda, una memoria que se vuelve futuro.
Escribe: Romina Polti