La bodega argentina que desafía los sentidos llega a Perú con un portafolio narrado en tres capítulos, donde cada botella se convierte en relato y cada sorbo en memoria.
Un legado que nació como leyenda
En el corazón de Agrelo, Luján de Cuyo, la aventura de Ruca Malen comenzó en 1988 con la visión de crear vinos de alta gama capaces de transmitir la esencia de su terruño. Más de un cuarto de siglo después, esa historia continúa viva y renovada, ahora conducida por la joven y talentosa winemaker Agustina Hanna, quien reinterpreta la tradición con una narrativa singular: un portafolio dividido en capítulos.

El relato de Ruca Malen, presente en Perú gracias a su socio estratégico Kahan Licores, va más allá de la simple degustación. Cada botella es un pasaje de un libro en construcción, un viaje sensorial que invita al público a descubrir las múltiples expresiones del vino mendocino.
Capítulo Uno: La fruta como protagonista
Este primer capítulo abre la puerta a quienes se inician en el mundo del vino. Sin crianza en barricas, la apuesta está en la pureza varietal y en la intensidad frutal, que se expresa sin artificios. Para Agustina Hanna, son “vinos en los que la fruta te busca”, etiquetas que marcan el comienzo de una historia personal con sabores auténticos, frescos y vibrantes.

Capítulo Dos: Diversidad y versatilidad en cada copa
El segundo capítulo es una exploración de la diversidad vinícola. Aquí, la riqueza de distintos terruños y técnicas se entrelaza para dar como resultado vinos versátiles, con texturas únicas y una energía renovada. Cada etiqueta tiene una identidad propia y responde a momentos distintos, a la medida de quienes buscan profundidad sin perder frescura.

Capítulo Tres: La maestría hecha vino
El último capítulo revela la madurez de la bodega. Hanna selecciona técnicas específicas para cada variedad y región con el objetivo de resaltar lo mejor del terruño. El resultado son vinos complejos, cargados de matices, donde la experiencia se transforma en carácter distintivo. “La complejidad emerge de la diversidad y cada botella oculta un misterio por descubrir”, señala la enóloga.

Un viaje que recién comienza en Perú
Con la llegada de su portafolio al mercado peruano, Ruca Malen no solo ofrece vinos de excelencia, sino también la posibilidad de vivir una experiencia distinta: crear historias personales alrededor de cada etiqueta.
“Los invito a descubrir cada vino presente en Perú y crear sus propias historias a través de diferentes momentos de su vida. Desafíen sus sentidos y exploren vinos enérgicos, con nuevas expresiones, aromas y texturas”, concluye Hanna, quien representa la nueva generación de mujeres que están transformando la enología en América Latina.
Escribe: Jade Bermeo