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Miltoons Caricatura: El esplendor de la expresión humorística

En un mundo donde la imagen se ha vuelto instantánea, desechable y generada por comandos, hay artistas que siguen creyendo en el poder de la línea hecha a mano. O, al menos, hecha con intención humana. Miltoons Caricatura, el alias creativo del ilustrador publicista con alma de cronista gráfico, Milton Pérez Dellepiane, ha creado un universo donde el arte digital recupera su dignidad, su emoción y su esencia.

En esta entrevista exclusiva para Signature, el artista nos abre las puertas de su proceso y nos recuerda— con humor, elegancia y sensibilidad— que detrás de cada caricatura hay una historia, un personaje, una verdad.

Autenticidad en la era del “prompt”

«Existe un conjunto de esencias que todo artista ilustrador lleva en su ADN», afirma sin rodeos. No es una declaración de principios, sino una radiografía del oficio. Para MiLtoons, el trazo auténtico no nace de la máquina, sino del gesto, del error, del impulso emocional. Aunque trabaje en digital, su proceso es profundamente analógico: imaginar, bocetar, corregir, volver a empezar.

En tiempos de ilustración generativa y filtros uniformadores, su propuesta se siente como una vuelta a lo esencial: “La autenticidad es el reflejo de lo que llevamos dentro”. No se trata de copiar, sino de traducir lo que se siente”. Y lo que él siente se plasma en obras que, sin perder el humor, conmueven.

Porque puede haber mil estilos, miles de referencias y tutoriales. Pero el suyo —ese toque reconocible que mezcla ironía elegante con ternura realista— es inconfundible. “Podrá haber muchos avances de inteligencia artificial, pero siempre se valorará y reconocerá ese esfuerzo único ante una obra que refleja esfuerzo”.

Retratar sin herir: el arte de la observación afectiva

Sus caricaturas no se burlan. Observan con cariño, destacan con ingenio, celebran con elegancia. “Tengo como principio plasmar a la persona sin exagerar ningún tipo de detalle facial que pueda ofender o ridiculizar”. “La idea es que quien lo reciba lo luzca, lo enmarque,y hasta lo postee en sus redes”. Y lo logra: muchas de sus obras terminan en marcos, en redes, en corazones.

El secreto está en el proceso: cada cliente completa un cuestionario minucioso, aporta fotos y detalles personales. Con esa información, MiLtoons construye un personaje. No una caricatura al uso, sino un retrato emocional que captura hábitos, profesiones, pasiones, manías. Todo en una hoja. Todo con humor fino y mirada empática.

“No conozco a quienes dibujo. Pero con la práctica, aprendí a intuirlos”.

Del brief publicitario al regalo eterno

Formado en el mundo de la publicidad, MiLtoons encontró en el dibujo personalizado un escape creativo. “Siento que me da un respiro frente a mi profesión por lo diferente y libre que es el proceso de crear campañas sujetas a aprobación”. Así nació MiLtoons Caricatura, como un servicio, sí, pero también como una forma de reconectar con la pasión infantil de ilustrar historias,hobbies, y actividades únicas de cada persona.

Cada caricatura es un nuevo desafío. Cada rostro, un nuevo relato. “Hay que resumir toda una biografía en una imagen. Pero eso me entusiasma.

El formato final es doble: impreso y digital, con una calidad que permite enmarcar la pieza o compartirla con el mundo. No se trata solo de un dibujo: es una obra de arte emocional.

Caricaturas que tocan fibras

Más allá del proceso técnico, lo que distingue el trabajo de MiLtoons es la intención que lo impulsa. Sus caricaturas son obsequios, homenajes, gestos de amor. “Me encargan regalos para cumpleaños, día de la madre, día del  Padre,aniversarios, navidad, y lo que se ocurra”. 

Pero hay encargos que lo han marcado especialmente. Como aquel del actor “Gonzalete”, leyenda de Pataclaun, quien le pidió una caricatura grupal de catorce personas para el cumpleaños de su mejor amiga. “Iba a ser el regalo sorpresa en República Dominicana y urgente”. Pero lo logramos. Y como dice Maluma: ‘Felices los 14’”. Una anécdota que hoy forma parte de su legado… y de sus redes sociales.

La mano que sigue importando

En plena vorágine de ilustración generada, cuando una simple instrucción basta para crear una imagen, artistas como MiLtoons nos recuerdan que la emoción no se puede automatizar. Su trabajo es artesanal, incluso cuando usa tecnología. Su estilo es reconocible, incluso sin firma. Y su arte, aunque disfrazado de humor, es profundamente humano.

Porque hay regalos que se olvidan. Y otros que se cuelgan en la pared para siempre.

Redacción: Romina Polti Pimentel