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Camila Bazán: El gen creativo que convirtió una idea en imperio digital

A su corta edad, Camila Bazán ya no solo diseña marcas: las inspira, las impulsa y las transforma desde su agencia boutique CB Studio, un laboratorio creativo que hoy cruza fronteras. En esta entrevista exclusiva para Signature, nos revela los desafíos, estrategias y convicciones que consolidaron su nombre en el ecosistema digital latinoamericano.

El nacimiento de una visión: cuando el instinto se convierte en empresa

A veces el éxito no avisa. Simplemente irrumpe con fuerza cuando el talento y la oportunidad se encuentran. Camila Bazán vivió ese punto de inflexión en plena juventud, cuando las solicitudes para crear marcas y asesorar estrategias digitales empezaron a desbordar sus horarios. Lo que comenzó como una pasión solitaria en Instagram, pronto se convirtió en una marca personal sólida, capaz de atraer clientes incluso sin una presentación formal.

“Me di cuenta de que era más que un proyecto cuando ya no tenía tiempo ni manos suficientes para responder a todos. Las personas confiaban en mí sin conocerme, querían que solo yo viera sus marcas. Ahí supe que había algo grande”, confiesa.

Lo que marcó la diferencia fue una estrategia probada en sí misma. El proyecto no fue un experimento: nació ya con casos de éxito, con una fórmula creativa aplicada a su propia marca y perfil. Hoy, ese enfoque ha traspasado fronteras. “Tenemos clientes internacionales, y los encargados globales los felicitan por el trabajo que hacemos desde Perú”, afirma con orgullo.

CB Studio: una boutique de ideas en un mar de automatización

En un mundo digital donde las agencias apuestan por volumen, la marca se impone como una excepción exquisita. El secreto: la personalización. Camila insiste en estar involucrada en cada proyecto, sin importar su tamaño. Esa atención minuciosa es parte del ADN de su agencia.

“No queremos marcas por tener. Queremos conectar con ellas. Al final, se vuelven casi parte de nosotros”, explica. El toque boutique no es solo una etiqueta; es una filosofía de trabajo. Y en un mercado saturado de soluciones genéricas, ese nivel de cercanía y compromiso se traduce en fidelidad y en relaciones de largo plazo.

“Algunos de nuestros clientes ya los puedo llamar amigos. Ese vínculo humano también es parte de nuestro diferencial”, agrega.

La creatividad como brújula: vivir en la tendencia sin perder autenticidad

El universo digital muta a velocidad de vértigo. Camila y su equipo no solo lo saben: lo respiran. Estar al tanto de las actualizaciones, detectar tendencias antes de que se vuelvan masivas y adaptarlas con originalidad son claves para mantenerse a la vanguardia.

“No dejamos de aprender. Las ideas salen de cero, se prueban, funcionan y después otras marcas las replican. Pero ya estar primero nos da visibilidad”, explica. Esa capacidad de innovación constante se sustenta en un equipo que comparte visión y valores. “Me he empeñado en encontrar personas con el mismo ojo para manejar cuentas. Ahí está gran parte de nuestro crecimiento”, sentencia.

En CB Studio, la creatividad no es solo estética: es estrategia.

Creadora y empresaria: una dualidad poderosa en redes sociales

Además de dirigir su agencia, Camila cultiva una presencia sólida como creadora de contenido. Moda, belleza, estilo de vida y organización son sus ejes narrativos. Pero más allá del contenido aspiracional, su foco está en la autenticidad.

“No quiero ser una influencer más. Me gusta mostrar mi día a día de forma real, cercana, motivar a las personas a mejorar su vida”, asegura. Su perfil no solo proyecta su imagen personal, sino que alimenta y refuerza su marca profesional. En este sentido, Camila Bazán y su marca son una sola identidad, cohesionada y coherente.

“Va con mi esencia, por eso no me cuesta hacerlo”, remata.

Una historia que recién comienza

Camila Bazán es la prueba viva de que los límites se desdibujan cuando la pasión encuentra método, cuando el diseño se vuelve estrategia, y cuando el contenido tiene alma. Su historia, aún en sus primeras páginas, ya deja huella en la industria creativa digital. Y lo mejor, sin duda, está por escribirse.

Redacción: Anghelo Basauri Escudero