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Don Melchor: El vino que puso a Sudamérica en la cima del mundo

Conversamos con Enrique Tirado, CEO de Viña Don Melchor, sobre el triunfo histórico del Cabernet Sauvignon chileno nombrado Vino del Año por Wine Spectator. Una botella que no solo representa el arte de hacer vino, sino también la ambición de un continente.

El sabor de un continente: Don Melchor conquista el mundo

En el mundo del vino, llegar al número uno es una hazaña reservada a muy pocos. Don Melchor 2021, producido en el terroir de Puente Alto, Chile, no solo ha escalado esa cumbre, sino que ha dejado una huella imborrable en la historia del vino sudamericano. Así lo reconoce la prestigiosa revista Wine Spectator, que lo eligió como el mejor vino del mundo en su ranking anual, superando a más de 10,500 etiquetas provenientes de Italia, Francia, Estados Unidos y otros rincones vinícolas de renombre.

Al otro lado de esta proeza está Enrique Tirado, enólogo y director técnico de la viña, quien ha dedicado más de dos décadas de su vida a perfeccionar un solo vino. “Ha sido una profundización, una forma de artesanía. Siempre he querido ser ese experto que domina su oficio”, comenta con emoción durante nuestra entrevista.

Perú: El nuevo aliado gastronómico de Don Melchor

El entusiasmo de Tirado no solo responde al reconocimiento internacional, sino también al potencial que ve en el mercado peruano. Para él, la gastronomía de alta gama que florece en Perú es el maridaje perfecto para el carácter de Don Melchor.

“Hay una armonía entre frescura, fruta y mineralidad que se alinea con la riqueza de la cocina peruana. Desde pescados y mariscos, hasta carnes y vegetales: Don Melchor encuentra su lugar en cada plato”, asegura.

Ese enfoque multisensorial y versátil hace que la etiqueta no se limite a los grandes momentos, sino que acompañe los sabores cotidianos con elegancia. El mensaje es claro: atreverse a probarlo, sin reglas, sin miedo, sin solemnidades.

El secreto está en el detalle: 151 parcelas y una sola visión

Don Melchor se basa en una sola cepa: Cabernet Sauvignon. Pero dentro de esa aparente simplicidad se esconde una compleja coreografía de sabores. El viñedo de 125 hectáreas ha sido segmentado en 151 parcelas únicas, cada una con una personalidad definida. Aromas, texturas y notas específicas que luego se ensamblan como una sinfonía en la mezcla final.

El secreto está en cómo combinar esas parcelas. No es solo vino; es arquitectura, es intuición, es tiempo”, explica Tirado con la misma precisión con la que se construye una gran obra de arte.

Un vino con nombre propio y ambición global

La elección de Don Melchor como el vino del año no es un accidente ni una sorpresa repentina. Es el resultado de décadas de perfeccionamiento, de una obsesión con la calidad que se ha mantenido constante desde la primera cosecha, en 1987. “Es un premio para todo el equipo, para generaciones que han trabajado en esta viña. Pero también es un desafío: queremos volver a ser número uno, y trabajar todos los días con esa meta en mente”, afirma con convicción.

Y aunque el proyecto sigue centrado en Don Melchor, una novedad está por llegar. Tirado adelantó a este medio que en el segundo semestre del año lanzarán una edición especial producida desde una sola parcela, en cajas limitadas, y que Perú será uno de los países selectos donde estará disponible. Un guiño al mercado nacional, que ya empieza a consolidarse como clave para el futuro de los grandes vinos del sur global.

Una historia de dedicación y excelencia sin etiquetas innecesarias

Más que un vino de lujo, Don Melchor representa una manera de entender el oficio vinícola: con respeto por el origen, atención al detalle y la paciencia de quien sabe que la verdadera sofisticación nunca grita, pero siempre deja huella.

En tiempos donde lo efímero suele imponerse, esta botella chilena recuerda que hay cosas que todavía se hacen para perdurar. Y Don Melchor lo ha hecho, botella a botella, hasta llegar al número uno del mundo.

Escribe: Nasim Mubarak
Fotos: Nasim Mubarak