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Tercera Temporada Siniestra de Cinemark: Oscuridad que se celebra

El aire se vuelve más denso, las luces titilan con un guiño inquietante y el murmullo de la multitud se mezcla con risas contenidas y suspiros anticipatorios. En Cinemark Perú, octubre se transforma en un lienzo oscuro donde el terror se despliega con intención artística, y cada sala se convierte en un escenario donde lo conocido se dobla y lo imaginado se vuelve palpable. La tercera Temporada Siniestra no es solo un ciclo de películas; es un ritual de emociones compartidas, un recorrido por la fascinación ancestral por lo prohibido y lo misterioso.

Cine como espejo del miedo

Desde el 23 hasta el 30 de octubre, la cartelera ofrece un diálogo entre clásicos que definieron generaciones y estrenos que retan la adrenalina contemporánea. Pesadilla en Elm Street, El Cadáver de la Novia, Teléfono Negro 2, entre otros títulos, convocan a espectadores a confrontar sus propios temores bajo la penumbra de la sala. Cada fotograma, cada sombra proyectada, invita a la introspección: el miedo se convierte en una experiencia estética, donde la tensión se aprecia tanto en la narrativa como en la composición visual y sonora. Aquí, la pantalla grande no solo narra, sino que envuelve, transporta y detiene el tiempo.

El túnel que susurra historias

Más allá de la proyección, el Túnel del Terror en Cinemark Comas ofrece una dimensión inmersiva: un espacio donde la emoción se materializa en cada giro, cada escalofrío y cada reflejo en los espejos deformados. Es un lugar para habitar la atmósfera de Halloween, para que la adrenalina se combine con el gesto lúdico de compartir la experiencia y capturarla en imágenes que quedarán como testimonio de un miedo vivido, disfrutado y consciente.

Entre luces y sombras, entre gritos y risas contenidas, la Temporada Siniestra de Cinemark no solo celebra Halloween; recuerda que el terror, cuando se experimenta con los sentidos abiertos y el espíritu receptivo, se convierte en un arte que nos conecta con lo íntimo, lo colectivo y lo universal. Cada sala, cada escena y cada instante vivido en este ciclo es una invitación a explorar la fascinación humana por lo desconocido, a reconocer que el miedo puede ser bello, estético y profundamente compartido.

Escribe: Nataly Vásquez